por patito88 » Lun Ene 29, 2018 8:03 pm
Nena, a veces los hombres son tan malditos que se hacen los estúpidos para aprovecharse de la ingenuidad de las chicas.
Te cuento algo que me pasó a mí: cuando tenía 21 años empecé a trabajar. Un supervisor mío, de 23, me gustó desde el día uno. Pero me enteré de que tenía novia, y lo dejé ahí. Nunca dije ni hice nada. Al tiwmpo cortó con su novia, y me empezó a buscar. Yo ya veía algo, pero pensaba que sólo era simpático, ya que solía ser así con todas las chicas del trabajo. Hasta que me confesó por Facebook que le gustaba, y quería intentar algo conmigo. Salimos unas cuantas veces, y un par de semanas me acosté con él. Desapareció, dejó de contestarme, y cuando lo mandé a volar por pintarmela de enamorado y usarme para S*exo, se hizo el ofendido alegando que tenía un examen muy importante, y que yo no lo entendía ni pensaba en él. Me dijo que no funcionó, y que lo dejáramos así.
A los días de eso, me enteré que mientras, estaba saliendo con otra chica del trabajo, y acostándose con una tercera. De la otra me enteré porque ella vio los mensajes en facebook, y me contó textual lo que él me dijo y yo le dije cuando se "confesó". Dos semanas después fue año nuevo, nos juntamos a cenar (sin él), y me entwro de que TODOS sabían de su boca que me había desvirgado. Contó todo con lujo de detalles. Se ganó el repudio de todo el local, todos me defendieron, pero a mí me humilló. Una semana después, me vino a mentir diciendo que él no había sido el que contó, y pidiendo una oportunidad. Como una estúpida decidí darle la oportunidad. Nos vimos tres veces, y sw fue de vacaciones con la ex, con la que había vuelto hacía un mes, exactamente cuando me pidió la oportunidad.
Lo mandé al diablo, cambié de trabajo, y ya no supe más nada de él. Pero datw cuenta de cómo me pintó la luna y el sol, y yo, teniendo todas las pruebas a la cara, le quise creer, por mi costumbre de pensar siempre lo.mejor de la gente.
Si tiene novia, no salgas con él. No permitas que te humillen, que te usen y se rían de vos. No te rebajes. Mereces mucho más. Mereces ser la única, no el relleno, el plato de segunda