No sé muy bien por dónde empezar, podría decir que llevamos juntos un año y unos meses, que la conexión sexual e intelectual nos mantiene unidos, y que ahora en plena pandemia convivimos con más de un tropiezo, pero este nuevo descubrimiento me tiene tan desconcertada.
El impacto se debe principalmente porque no espere que necesitara usar eso, es joven y aunque en más de una ocasión no ha podido responder en la cama nunca lo vi como un problema, es más pensé que quizás el problema era yo, y por eso hablé con él para ayudarnos mutuamente, él aceptó pero nada se hizo. Ahora al encontrar esas dos cajas de sildefanilo entiendo que admite una clase de disfunción eréctil que a su vez expresa lo mucho que le ha afectado algunos comentarios que he hecho, como la vez que dije que la noche anterior fue un simulacro o cuando alguna vez le comenté que la peor imagen que tenido de un hombre es de un ex que sufría de eyaculación precoz y solia terminar con lamentaciones acurrucado en la cama desnudo. Me afectó sobremanera contemplar tanta vulnerabilidad. Ahora creo que no debí comentar nada de eso, que mi experiencia pasada me convirtió en una mejor menos comprensiva, justamente porque en el exceso de serlo mi antigua pareja nunca hizo nada para mejorar la situación y se la pasó culpandome del hecho.
En todo caso, con mi actual pareja no sé qué hacer, si fingir que no encontré la susodichas cajas, si evitar que las tomé para que no sufra ninguna contraindicación (de niño sufrió de un soplo en el corazón) o no sé. Pienso que sí lo evitó sexualmente sería peor, que si accedo estaría incentivando la ingesta de esas pastillas, que no dejo de pensar que no soy lo suficiente deseable para él. Que lío...
¿Qué hago chicas?