Luego de no salir con nadie por un año, decidí empezar una relación con Diego, 26 años. Empecé a salir con él desde el 7 de septiembre, todo iba bien como en cualquier relación, hasta que 3 semanas de empezar a salir su padrastro lo echo de su casa.
Estaba muy preocupada por la situación y él se fue a vivir con un amigo, la situación tampoco era buena, así que yo, 28 años, que vivo con mi hijo de 2 años decidí ofrecerle mi casa hasta que se arreglara su situación en casa.
Las cosas en vez de mejorar empeoraron para Diego, como el es conductor y trabajaba en el taxi de su tío, se ofreció llevarme a comprar licor, tengo una licorería, mientras regresamos un agente de tránsito casi nos multa por tener las llantas del auto un poco lisas, su tío no le creyó y dedujo que era una mentira y lo despidió, me sentí fatal porque me acompaño a comprar licor; para colmo de males otro día que me acompaño nuevamente a comprar el licor, su celular se le pierde en el bus. Me sentía muy mal, ya que le habían ocurrido esas cosas por ayudarme. Luego de unos días le ofrecí, prestarle dinero para comprar un teléfono y así fue, compramos un celular de segundo uso a 115 dólares.
Como no podía conseguir trabajo empezó ayudarme en casa, con mi hijo y el local, las cosas empezaron a ponerse bonitas, parecíamos una "familia" hacíamos todo juntos, como un hogar. Incluso cuando iba a su casa, ya que allí llevaba a su hija de 4 años cuando le toca visita, volvía de inmediato porque decía que prefería dormir en una colchoneta en el suelo y con nosotros a que en su habitación y solo.
El problema empezó un día cuando viendo una serie en la madrugada, mi hijo no estaba, deja su celular y yo lo revisé porque estaba raro varios días, encontré unos mensajes cariñosos con su ex, la mamá de su hija, discutimos y le dije que se fuera de mi casa y me dejara el celular, eso fue un día viernes 27 de noviembre a las 5 de la mañna.
Estaba muy molesta por la situación y como era lo propio le dije que se marchara, al día siguiente, sábado, me escribió a las 11 a.m. y me dijo que nos extrañaba, que le perdone, que se dio cuenta que me quiere a mi, que no había pasado un buen día y no había podido dormir, yo decidí decirle que viniera a mi casa a conversar, efectivamente estaba triste y tenía una cara de no haber dormido toda la noche, ese día se quedó y no volvió a su casa, sin embargo, las cosas ya no eran como al principio, mi confianza se quebró y aunque él hiciera lo posible para demostrarme que estaba todo bien, para mí él tenía una mirada sospechosa, hemos tenido algunas peleas, pero seguimos como una familia, hasta el día viernes, que se fue y no volvió a dormir aquí hasta que el día de ayer, que era mi cumpleaños y volvió a la noche. Yo le pregunté que, qué era lo que pasaba, él me dijo que decidió que volvería a su casa, que necesita su espacio, que las cosas han ido muy rápido, que lo tome suave, que veamos como van las cosas sino las dejamos. Yo me siento muy triste, porque no ha sido poco, ya que convivimos como una familia, y me encariñe mucho, siento como una especie de abandono, siento inseguridad, siento que ya nada será igual, que todo va a terminar. Él se va a marchar el día de hoy, me podrían por favor, dar un consejo. No lo detengo, pero estoy hecha un mar de lágrimas desde ayer, siento que lo quiero a morir y un ahogo en mi pecho