Escribo para desahogarme un poco de todo esto que me está pasando.
Entiendo que mi bebé vino para enseñarme tantas cosas, para abrir mi corazón al amor, a la bondad, a tantas cosas buenas que tenia frente a mi y no veía hasta que él partió.
Solo siento que fue un precio tan alto a pagar. Lo extraño como nunca creí extrañar a nadie, siento que me falta una parte, que estoy incompleta.
Me preparé tanto y al final siento que le fallé. Fallé en no darme cuenta que había que sacarlo ya, fui ingenua por querer darle tiempo a que quisiera salir por su cuenta cuando era evidente que no tenía la fuerza para hacerlo.
Ya mañana 9 de febrero cumple su primer mes y duele horrible no tenerlo. Hoy estaba guardando cositas que le compramos y apareció el cuadro donde iríamos poniendo su fotito de cada mes. Me dejó con tanto amor para darle.
Por una parte ya quiero que pase el tiempo y buscar a sus hermanitos y, por otra solo quisiera detener el tiempo. Me aterra tener que volver al mundo real, al trabajo, a una vida en la que ya no soy la misma de antes pero tampoco soy lo que se supone sería.
Quien soy, soy la mamá de un bebé en el cielo que no sabe como ser ante el mundo. La que responde "bien" a un "cómo estas" porque si respondiera como realmente estoy se quedarían sin palabras.