El 22 de Julio, día de mi cumpleaños, me encontró en el hospital sangrando a mi bebé... el primero en mis 34 años.
Sin dudas el peor día de mi vida.
Un día una chica me dijo; nosotras somos especiales fuimos elegidas por Dios para pasar por esto... y yo escuchandola con mucho respeto, pero preguntandome ¿Y Dios que carajo querrá enseñarme con esto? Aún lloro, no por mi, no por mi marido, tampoco por mi hijo... Lloro porq siento tristeza, porque aun teniendolo en mi vientre no pude crear las condiciones necesarias para que estuviera a salvo, lloro porque nunca lo pude amamantar, y porque recuerdo patente esa noche en el hospital, donde lo único que pude besar para despedirme fue parte de la placenta. Y lloro porque tengo miedo, pánico, terror de que esto vuelva a pasarme...