Hola de nuevo, gracias por vuestro apoyo y vuestros consejos.
Sé que parece raro que considere al padre de mi bebé mi amigo con lo que ha pasado, pero resulta difícil resumir una relación en unas cuantas líneas... Para mí él ha sido muy importante, muchos años.
Íbamos al cole juntos y después al mismo instituto, además vivimos a pocos minutos uno del otro y nuestros padres, de coincidir en el cole y en el parque, se hicieron amigos y quedábamos para ir al parque todos juntos, alguna vez a la playa los fines de semana, incluso se quedaba alguna vez a dormir en mi casa.
Cuando cumplió 10 años sus padres se separaron, fue un divorcio muy malo, su padre prácticamente los abandonó. Su madre tuvo que trabajar mucho para salir adelante, así que varias tardes a la semana él se quedaba en mi casa.
Hablábamos de todo.
Con el tiempo empezamos a tontear y cuando teníamos 15 años nos acostamos por primera vez, esa fue la primera vez de los dos. Después de eso salimos durante casi 6 meses antes de decidir que era mejor dejarlo porque éramos muy jóvenes para algo tan serio, a esa edad medio año suena a mucho tiempo...
Después de aquello él estuvo con varias chicas, no salió con nadie más pero el guapo, liga mucho y siempre le gustó lo de ir de flor en flor.
Por eso cuando me pidió volver a salir, cuando teníamos 17 años le dije que no. Porque no me fiaba de que pudiera serme fiel.
Él insistía en que sí, que estaba preparado para sentar la cabeza conmigo, que no quería estar con nadie más... Al final me convenció... Y se ve que tenía yo razón...
No quiero volver a salir con él, ni mucho menos casarme con él. Sé que no está preparado para sentar la cabeza, tenemos 18 años, somos jóvenes y él es más niño que yo (mentalmente)... Pero le echo de menos como amigo.
En estos años me ha fallado otras veces, nos hemos enfadado, hemos dejado de hablarnos... Y también nos hemos perdonado, y me ha apoyado en los momentos más difíciles.
Lleva tantos años siendo una de las personas más importantes en mi vida, que me resulta muy difícil desprenderme de él, sobretodo ahora que necesito tanto apoyo.